En España se estima que hay unas 30.000 paradas cardiacas al año, en las cuales sólo entre 5% y el 10% se consigue evitar la muerte gracias a la resucitación cardiopulmonar. En algunos países de nuestro entorno, gracias al mayor conocimiento por parte de la población, esta cifra asciende al 30%. Por ello, uno de los aspectos de la campaña por la Semana del Corazón 2018 -celebrada en la última semana de septiembre- de la Federación Española del Corazón (FEC) ha sido “sensibilizar a la población en las maniobras de soporte vital y el uso de desfibriladores”, según su presidente el Dr. Carlos Macaya, quien es también Secretario de la FIC. En este sentido, la FIC ha colaborado con la FEC con la publicación de un vídeo donde se narra la experiencia de un paciente resucitado gracias al masaje cardiaco que le realizó primero su mujer y después un viandante que pasaba por allí, y a la rápida intervención de los servicios sanitarios. El paciente se encuentra hospitalizado en el Hospital Clínico San Carlos (HCSC) donde se recupera favorablemente.
“Habíamos salido a entrenar, me sentía completamente normal, y después del primer calentamiento que no duró más de 5 minutos tuve una sensación de mareo brusco y miré a mi mujer y a la entrenadora con la sensación de que algo raro pasaba”, afirma el paciente. La mujer, que al principio pensó que era una lipotimia, empezó a realizarle un masaje cardiaco y vio que reaccionaba. En ese momento, decidieron llamar a los servicios de emergencia mientras continuaban con las maniobras de reanimación. “La verdad es que yo no tenía mucha idea pero entre medias pasó un hombre que sí sabía hacer el masaje cardiorrespiratorio correctamente y ni me pidió permiso”, asegura la mujer.
Ya en la ambulancia, se desfibriló al paciente consiguiendo recuperar su pulso en apenas dos minutos. Posteriormente en el hospital, el equipo del Dr. Antonio Fernández Ortiz, presidente de la FIC, le practicó un cateterismo y le puso un stent consiguiendo reducir el tamaño del infarto. Gracias a ello “esperamos que la recuperación de Manuel sea completa”, afirma el jefe de la unidad de Hemodinámica.
“En el caso de Manuel lo más extraordinario ha sido la reacción de su mujer y de ese transeúnte que pasaba por allí iniciando de forma inmediata una adecuada reanimación cardiopulmonar”, subraya el Dr. Fernández Ortiz. Después de esta experiencia la mujer ha decidido hacer un curso de RCP (Reanimación Cardiopulmonar) junto con las 15 personas que componen el equipo que ella dirige en el trabajo pues, como dice el Dr. Carlos Macaya, “la diferencia entre vivir o morir tras una parada cardiaca es tener cerca una persona que esté familiarizada con las maniobras de resucitación cardiopulmonar”.